MARCHA NÓRDICA Y CLAUDICACIÓN INTERMITENTE (2020)

La arteriosclerosis es la causa más frecuente de enfermedad arterial periférica, que se presenta como una obstrucción en el flujo sanguíneo en las piernas. La claudicación intermitente por otro lado es uno de los síntomas más prevalentes. Ésta se refiere precisamente a un flujo sanguíneo demasiado reducido a los músculos durante el ejercicio físico y que produce dolor. Como consecuencia de ello pueden darse disminución de los niveles de actividad física, que el movimiento se vuelva más lento, un menor rango de movimiento en las articulaciones y una menor longitud de paso; y todo ello conlleva un mayor riesgo de caída.

Los programas rehabilitadores suelen tener como objetivo aumentar al máximo la distancia recorrida que se puede caminar sin que se presente dolor. En el presente estudio, realizado en Polonia, se compararon tres intervenciones durante 12 semanas a razón de 3 sesiones semanales de 60 minutos cada una.  Los 80 pacientes que tomaron parte en el mismo fueron divididos en tres grupos de intervención:

1. Caminar en tapiz rodante. Se utilizó un protocolo individualizado consistente en utilizar una velocidad constante de 3,2km/h y una inclinación del 12%, encuadrado en un entrenamiento interválico en función de la capacidad de cada sujeto para caminar sin dolor. Una vez  se alcanzaba un nivel 4 de dolor (escala de 5 niveles del ACSM), el sujeto descansaba (nunca más de 2 minutos). A medida que los participantes mejoraban su capacidad para caminar la distancia recorrida en los 45 minutos iba también en aumento. Los 10 primeros minutos se utilizaban para realizar ejercicios de calentamiento y los 5 últimos de estiramiento.

2. Nordic Walking (NW)

Este grupo estuvo dirigido por Instructores/as experimentados titulados por la Federación Internacional de Nordic Walking (INWA). Las sesiones se diseñaron siguiendo el mismo protocolo de entrenamiento a intervalos que en la intervención en tapiz rodante. El estudio señala que emplearon bastones de la marca suiza KV+ con correa modelo Campra Clip.

3. Nordic Walking + ejercicios isocinéticos de fuerza. Se optó por alternar las sesiones de una u otra modalidad en los días de intervención. El entrenamiento de NW se realizó de igual manera que en el grupo 2. En cuanto a los ejercicios isocinéticos de fuerza se realizan con un equipamiento especial que obliga a una velocidad constante y en este estudio individualizaron las cargas trabajando la flexión y extensión de tobillo.

Una de las razones por las que los investigadores incorporaron la marcha nórdica es porque hay evidencia de que el entrenamiento en tapiz rodante puede interferir con un patrón de marcha natural entre otras razones porque los participantes se agarran a la máquina (en ocasiones por miedo a caídas). La marcha nórdica sin embargo es una disciplina que respeta y facilita un patrón mucho más natural de la marcha que el que pueden desarrollar en el tapiz rodante.

Los resultados muestran que las tres intervenciones mejoraron la distancia recorrida en el test de caminar de 6 minutos. Sin embargo, la intervención en tapiz rodante no mejoró el patrón motor de la marcha, cosa que sí ocurrió en el grupo del NW y en menor medida en el combinado. Por otro lado, solamente la intervención de NW logró mejoras significativas en la distancia de claudicación.

El trabajo concluye la recomendación de incorporar intervenciones de NW en pacientes con enfermedad arterial periférica y señala su facilidad de implementación.

Referencia: Dziubek, W., Stefańska, M., Bulińska, K., Barska, K., Paszkowski, R., Kropielnicka, K., … & Szuba, A. (2020). Effects of Physical Rehabilitation on Spatiotemporal Gait Parameters and Ground Reaction Forces of Patients with Intermittent Claudication. Journal of Clinical Medicine9(9), 2826.

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