El Síndrome de Sjögren es una enfermedad reumática inflamatoria autoinmune, sistémica y crónica para la que actualmente no existe tratamiento curativo.
Uno de los pocos estudios en los que se empleó una intervención de ejercicio físico en este grupo de población fue publicado en el año 2007. En el mismo los investigadores emplearon la marcha nórdica como intervención en 9 mujeres con Síndrome de Sjögren primario, sin otras patologías asociadas o medicación que pudieran limitar su capacidad de ejercicio. La intervención tuvo una duración de 12 semanas con 3 sesiones semanales de marcha nórdica. De éstas una fue dirigida por un monitor mientras que las otras 2 se realizaban de forma autónoma. La intensidad de las sesiones de las primeras 8 semanas fue del 60-70% de la frecuencia cardiaca máxima y se progresó hasta el 70-80% en las últimas 4 semanas. Los resultados mostraron que una intervención de marcha nórdica de 3 sesiones semanales a alta intensidad durante 12 semanas reduce los niveles de fatiga, incrementa la capacidad aeróbica y tiene efectos beneficiosos en síntomas de depresión.
Dos de las características más ventajosas de la marcha nórdica en este contexto son por tanto su bajo esfuerzo percibido (esto es la baja sensación de cansancio que conlleva) y que se trata de un ejercicio de bajo impacto.
Referencia:
Strömbeck, B. E., Theander, E., & Jacobsson, L. T. H. (2007). Effects of exercise on aerobic capacity and fatigue in women with primary Sjögren’s syndrome. Rheumatology, 46(5), 868-871.
Lee un artículo más amplio con el testimonio de Carmen López Valiente.
(Foto: Carmen López Valiente)
Formando en marcha nórdica desde 2006. Visita mi web: 4trebol.com