220 practicantes de marcha nórdica en Reino Unido participaron en este estudio recién publicado en la revista científica Journal of Outdoor Recreation and Tourism.
El artículo comienza hablando del bienestar y señala que incluye, en términos generales, tanto niveles de funcionalidad óptimos (vivir una vida significativa) como tener experiencias placenteras. En este sentido, la literatura científica ha demostrado que el ejercicio físico puede contribuir a mejorar estados de bienestar. Es más, es una de las intervenciones que se emplean en psicología positiva ya que ayuda a desconectar de los problemas, las emociones negativas y las rutinas al tiempo que fomenta las emociones positivas y ayuda a gestionar el estrés mejorando así los niveles de satisfacción con la vida.
En cuanto a la marcha nórdica se exponen sus ventajas frente a la caminata tradicional sin bastones y se incide en la importancia de la figura de instructores e instructoras a fin de que la técnica empleada sea segura y efectiva así como para motivar e incentivar.
Para realizar el estudio los participantes contestaron un cuestionario para determinar cómo el entorno socio-ambiental afecta a su práctica de marcha nórdica. Por otro lado realizaron un test de bienestar mental. Además se entrevistó a 20 de ellos (10 mujeres y 10 hombres) para determinar con más detalle esas implicaciones.
Los resultados muestran que la mayoría de participantes se iniciaron en la marcha nórdica por motivos relacionados con la forma física y la salud. Cabe destacar que aquellos que llevaban practicando más de 4 años tuvieron mejores resultados en el test de bienestar mental y se consideraron más saludables que quienes llevaban menos de 4 años practicando la disciplina.
En general los beneficios de la práctica de la marcha nórdica se centraron en que puede incrementar el bienestar promoviendo sentimientos positivos en cuanto a:
- camaradería del grupo
- el apoyo específico de instructores e instructoras para la consecución de objetivos de entrenamiento individualizados
- la oportunidad de explorar las capacidades personales y de mejorar habilidades técnicas, cosa que contribuye a una sensación de logro y valía personales que ahondan en sentimientos de satisfacción hacia la práctica de la disciplina
En cuanto al entorno, la evidencia científica muestra beneficios mayores cuando el ejercicio se realiza en un entorno natural frente a uno urbano, sin embargo, debido a limitaciones prácticas se prefieren espacios cercanos a la vivienda. Así, en el presente estudio el tiempo atmosférico, el emplazamiento del lugar de práctica y el acceso al mismo fueron factores determinantes para la práctica de la actividad.
Finalmente el estudio argumenta que la marcha nórdica se perfila como una actividad idónea para aumentar los niveles de actividad física, en especial en poblaciones sedentarias y de adultos mayores. Además, y dado su impacto en el bienestar de las personas se recomienda el empleo de la marcha nórdica en la implementación de estrategias de salud pública. Para ello se insta a que los planes de urbanismo alberguen caminos suficientemente anchos e iluminados para promocionar la actividad física.
Referencia: Zurawik, M. A. (2020). Socio-environmental influences on Nordic walking participation and their implications for well-being. Journal of Outdoor Recreation and Tourism, 29, 100285.
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